“No podemos regresar”: víctimas del desplazamiento exigen justicia frente a Palacio de Gobierno en Chihuahua
Bajo el sol de la mañana, unas 20 personas desplazadas por la violencia se congregaron este sábado frente al Palacio de Gobierno en la Plaza Hidalgo para visibilizar la crisis humanitaria que atraviesa el estado. Con pancartas hechas a mano, mensajes desgarradores y dibujos que ilustran su realidad, exigieron atención urgente a un problema que, según organismos civiles, afecta a cientos de familias, muchas de ellas indígenas.
“No podemos regresar al lugar de donde somos, donde fuimos felices”, rezaba una de las mantas colgadas en la plaza. Otras mostraban imágenes de camiones saqueados con leyendas como “Robo de fruta” o “Robo de ganado”, aludiendo a los crímenes que obligaron a comunidades enteras a abandonar sus tierras. Dibujos de figuras armadas y relatos escritos detallaban cómo el desplazamiento forzado —provocado por el crimen organizado y conflictos territoriales les arrebató sus hogares, cultivos y redes comunitarias.

El desplazamiento en Chihuahua, una crisis invisible, deja a las víctimas en condiciones precarias: sin acceso pleno a salud, educación o empleo formal, y con frecuencia enfrentando discriminación. Aunque el fenómeno se asocia comúnmente a zonas en conflicto bélico, en México se agrava por la violencia local y la falta de políticas públicas efectivas.
En el acto, los manifestantes recordaron que el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM) recibe donaciones de alimentos no perecederos, artículos de higiene, ropa y calzado en buen estado en sus oficinas de la calle Milánez No. 4.07-8, Colonia Cirilación, de lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 8:00 p.m.
Mientras las pancartas ondeaban, transeúntes se detuvieron para leer los testimonios. La falta de un censo oficial y la escasa cobertura mediática mantienen este drama en la sombra, pese a su escala creciente.
