Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

En el corazón del centro de Chihuahua, nos encontramos con un hombre de 55 años que, a pesar de los desafíos que la vida le ha presentado, sigue adelante con determinación. Este hombre, que prefirió mantenerse en el anonimato, compartió con nosotros su historia de lucha contra la esclerosis múltiple, una enfermedad que le ha robado la vista pero no su espíritu.

Desde el año 2000, comenzó a experimentar problemas de visión que lo llevaron a consultar a un neurólogo. Tras varias pruebas, incluyendo radiografías y resonancias magnéticas, se le diagnosticó esclerosis múltiple, una enfermedad que afecta los nervios y, en su caso, dañó el nervio óptico. “Si hubiera ido antes, el doctor me hubiera salvado la vista”, nos comentó con un dejo de nostalgia. “Pero no tenía síntomas, no sabía lo que me estaba pasando”.

La esclerosis múltiple es una enfermedad que afecta el sistema nervioso central y puede tener un impacto devastador en la vida de quienes la padecen. En su caso, la pérdida de la visión ha sido uno de los mayores desafíos. “No veo nada”, nos dijo. “Pero ya me he acostumbrado a usar el bastón, aunque los semáforos aquí en el centro ya no tienen el zumbido que antes ayudaba a las personas con discapacidad visual a cruzar la calle”.

A pesar de sus limitaciones, este hombre no se ha rendido. Se ha capacitado como terapeuta de masajes en el Centro de Estudios para Invidentes y ha dado cursos por parte del gobierno. “Doy masajes, terapias de masajes”, nos dijo con orgullo. “Me capacité como instructor en el centro de estudios para invidentes”.

Sin embargo, la vida no ha sido fácil. No tiene los recursos para pagar un seguro que le permita recibir una pensión. “Necesito diez mil pesos para pagar el seguro y luego mil cien pesos cada mes”, nos explicó. “Pero no tengo los recursos. Mis hijos ya están casados y tienen sus propios compromisos”.

A pesar de todo, sigue adelante con esperanza. “Quisiera tener ese apoyo, que me dieran trabajo para poder pagar el seguro y recibir una pensión”, nos dijo. “Si alguien quiere echarme la mano, puede llamarme al 614-241-5215. También doy masajes, es de lo que vivo”.

Esta es la historia de un luchador, un hombre que, a pesar de las adversidades, sigue adelante con determinación y esperanza. Su historia nos recuerda la importancia de atender nuestra salud a tiempo y de apoyar a quienes más lo necesitan. Si deseas ayudarlo o recibir sus servicios de masajes, no dudes en contactarlo.