Opacidad en incidente del Hospital General de Chihuahua: exigen transparencia ante versiones contradictorias
Un accidente ocurrido la tarde del jueves 22 de mayo en el Hospital General Dr. Salvador Zubirán ha generado desconfianza en la versión oficial, luego de que las autoridades omitieran datos clave sobre el hecho y surgieran denuncias de irregularidades en el manejo de la escena. Aunque el hospital insiste en que solo un trabajador externo resultó gravemente herido al caerle un letrero desde 21 metros de altura, versiones extraoficiales y medios locales aseguran que hubo al menos seis personas en coma y un fallecido. Además, han señalado que el área del accidente fue limpiada antes de la llegada de las autoridades, lo que impidió una inspección independiente.
El comunicado emitido horas después del suceso por el Dr. Ricardo Carbajal, Subdirector del hospital, no incluyó el nombre del trabajador afectado, la empresa contratista responsable de la instalación del letrero ni el hospital privado al que fue trasladado. Esta falta de información esencial ha dificultado la verificación independiente de los hechos y ha alimentado especulaciones sobre un posible encubrimiento. Se ha cuestionado cómo un accidente de tal magnitud que involucró un objeto cayendo desde 6 pisos no generó reporte a emergencias públicas de ese día.
El silencio inicial del hospital durante horas posteriores al accidente permitió que circularan versiones no oficiales sobre múltiples víctimas. Testigos presenciales mencionaron la presencia de al menos tres ambulancias y personal de seguridad restringiendo el acceso al área, lo que contrasta con la narrativa de un solo lesionado. Además, la omisión del nombre de la empresa contratista impide indagar en su historial de seguridad laboral, un dato relevante considerando que el letrero se desprendió por fallas en el sistema de elevación.
La justificación del hospital de “proteger la privacidad del afectado” ha sido calificada como insuficiente por abogados laborales, quienes recuerdan que, por ley, los accidentes graves deben documentarse con informes detallados que incluyan nombres de los involucrados y empresas responsables. Sin estos datos, es imposible descartar negligencia o irregularidades en la contratación.
Mientras el supuesto trabajador afectado permanece en anonimato y bajo atención médica en una clínica privada no identificada, se exigen respuestas claras. La credibilidad de las instituciones depende de su capacidad para actuar con transparencia, especialmente cuando hay vidas en riesgo. Urge que el Hospital General, la empresa contratista y las autoridades competentes revelen todos los datos pendientes. Solo así se podrá determinar si este fue un trágico accidente aislado o la punta de un iceberg de prácticas negligentes encubiertas.