Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

A pocos días de celebrar el Día del Padre, Ocho Ochenta Noticias trae a la luz la historia de Armando Tarango Olivas, un padre chihuahuense que personifica la resiliencia y el amor paternal. Hace 36 años, un accidente eléctrico le arrebató sus dos manos y parte de un pie, pero no su determinación para salir adelante.

«Me electrocuté, hice una descarga de trece mil quinientos voltios,» relata Tarango Olivas. En aquel momento, con apenas dos hijos pequeños, el futuro parecía incierto.

Lejos de rendirse, este padre ejemplar se reinventó. Tras un año vendiendo zapatos fiados a familiares, encontró su verdadera vocación: desponchador. «Buscando qué hacer, porque nadie lo ayuda a uno, se presentó la oportunidad y hasta la fecha,» comenta Armando, quien lleva 33 años en este oficio.

Comenzó en el pasillo de servicio de su casa, y con el tiempo adquirió su propio local en Defensa Popular #158. «Ya gracias a Dios, ya estamos trabajando muy a gusto. No nos podemos quejar, nos ha ido muy bien,» afirma.

Lo más destacable es cómo, a pesar de las adversidades, sacó adelante a sus cuatro hijos y un nieto. «Dos se estudiaron. Los demás ya hechos y derechos, ya están casados,» dice con orgullo.

Sus prótesis, que valora en alrededor de 200 mil pesos, son una herramienta más de su incansable labor. «Tienen 36 años funcionando y siguen,» asegura.

Este domingo, mientras muchos celebran, Armando estará trabajando. «Aquí trabajamos de lunes a domingo,» explica. Su mensaje a otros padres que enfrentan adversidades es claro: «Échenle ganas, todo se puede. Hay que trabajar todos los días.»

Historias como la de Armando Tarango nos recuerdan que el verdadero regalo del Día del Padre es el ejemplo de lucha y amor incondicional.

Desde Ocho Ochenta Noticias, felicitamos a todos los padres chihuahuenses que, como Armando, hacen de la adversidad su mayor fortaleza.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *