Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

A menos de una semana de Nochebuena, las tiendas del Centro Histórico y zonas comerciales de Chihuahua se llenan de padres de familia que buscan los regalos para sus hijos. Entre pasillos abarrotados y listas interminables, las historias se repiten: el tiempo apremia y los presupuestos se ajustan.

Concepción, madre de Iker Tapia, de 8 años, prefiere sorprender a su hijo con lo que ella y su esposo eligieron: “Dos cámaras y unos tenis”, según el pequeño. Mientras, Jacqueline recorre los estantes buscando juguetes para sus sobrinas Allison y Tiago, con un gasto que supera los 1,500 pesos. “Los precios están más o menos”, comenta, mientras revisa etiquetas.

Para Víctor Córdoba y Nubia Gay, la visita a la juguetería es un plan familiar. Sus hijos, Iram (3 años) y Dylan Isaac (11 años), ya eligieron sus regalos: un patín y un XBox, respectivamente. “Es el último fin de semana antes de Navidad, hay que adelantarse”, dice Víctor, mientras Nubia confirma que ya recibieron su aguinaldo, lo que les permite realizar estas compras con mayor tranquilidad.

La escena se repite en cada tienda: padres calculando gastos, niños emocionados y el ambiente festivo que caracteriza estas fechas. La prisa por cumplir con las listas de Santa Claus contrasta con la alegría de ver a las familias unidas en una tradición que, año tras año, renueva la esperanza y la ilusión.