Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
En un acto de descaro y falta de respeto hacia las normas viales, propietarios de un taller de sonido en la calle 11 y Ramírez se han convertido en los reyes de la impunidad, Estos abusones viales atraviesan vehículos en la banqueta sin que las autoridades hagan algo al respecto, Pero esto no es todo, ya que a escasos metros en las Avenidas 20 de Noviembre y la calle 11, otro negocio farmacéutico está causando estragos para los peatones que se ven obligados a bajar a la calle debido a que los vehículos ocupan las aceras para estacionarse, Sorprendentemente las autoridades viales brillan por su ausencia ante esta situación.
Desde hace una semana, el equipo de Ocho Ochenta Noticias ha informado repetidamente sobre estos abusos viales en el centro de Chihuahua y los problemas que generan a diario, Sin embargo la policía vial parece hacer caso omiso a los reportes y no toma medidas para solucionar esta problemática.
Resulta indignante observar cómo estos locatarios se sientan por encima de la ley, obstruyendo las aceras con todo tipo de vehículos, Es una muestra de su falta de consideración hacia los peatones y una clara violación a la ley vial.
Por si fuera poco, en las avenidas 20 de Noviembre y la calle 11, la situación no mejora, Los transeúntes se ven obligados a descender de las aceras y transitar por la peligrosa vía debido a que los vehículos invaden por completo el espacio destinado exclusivamente para los peatones, Resulta irónico que las autoridades viales, encargadas de velar por la seguridad y el orden en las calles, parezcan no notar estas violaciones a las normas viales.
Es evidente que los abusones viales en Chihuahua gozan de una impunidad que roza lo vergonzoso. La falta de respuesta por parte de las autoridades viales deja en claro que no se toman en serio su labor de mantener el orden y garantizar la seguridad en las calles de la ciudad.
Esperamos que las autoridades competentes reaccionen ante esta situación y tomen cartas en el asunto de una vez por todas. Los ciudadanos merecen vivir en una ciudad donde se respeten las reglas de tránsito y se castigue a aquellos que las violen de manera tan flagrante.
