Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En las calles de Chihuahua, un número significativo de personas enfrenta la dura realidad de vivir en la calle, lidiando con desafíos diarios que van más allá de lo evidente. Este problema social plantea la necesidad de abordar las causas subyacentes y buscar soluciones sostenibles.

Entre aquellos que llaman las calles su hogar se encuentra Erasmo, un hombre de 50 años que ha estado viviendo en un terreno baldío en la esquina de la 20 de Noviembre y la Calle 11. Su historia refleja la complejidad de la situación, destacando la vulnerabilidad de quienes enfrentan la falta de vivienda.

Erasmo, quien ha tenido distintos trabajos entre ellos la jardinería compartió que su situación empeoró tras la muerte de sus padres, dejándolo sin hogar. Su día a día implica buscar comida en las calles, utilizando una lamina como sartén para calentar su comida, enfrentarse a las inclemencias del tiempo, como la lluvia por la madrugada la cual afectó su salud y mojo las cobijas con las que se resguarda de el frio es otro factor que complica su día a día.

Este caso individual arroja luz sobre una problemática más amplia. Las personas en situación de calle en Chihuahua enfrentan obstáculos significativos, desde la falta de refugio y condiciones de vida precarias hasta la dificultad para acceder a servicios básicos y atención médica.

Las autoridades deben abordar esta situación de manera integral. Se requiere una combinación de programas de vivienda, asistencia médica, apoyo psicosocial y oportunidades de empleo para abordar las diversas necesidades de las personas en situación de calle.

La comunidad también puede desempeñar un papel crucial al mostrar empatía y solidaridad hacia aquellos que enfrentan la falta de vivienda. Campañas de concientización y esfuerzos para proporcionar recursos y apoyo pueden marcar la diferencia en la vida de estas personas.

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