Por: Redacción

Tras un amanecer nublado y lluvioso en la capital chihuahuense, el centro de la ciudad comienza a mostrar signos de vida, contrastando con la desolación observada en las primeras horas de la mañana.

Desde temprano, las calles del centro histórico presentaban un aspecto desierto, con apenas algunos vendedores ambulantes y boleros desafiando la persistente llovizna. Sin embargo, conforme avanza la mañana, la actividad en la zona va incrementando paulatinamente.

En las calles Victoria y Libertad, comerciantes que inicialmente temían un día de baja actividad, ahora observan con optimismo cómo los primeros clientes comienzan a llegar. Algunos negocios que habían retrasado su apertura están empezando a levantar sus cortinas, anticipando que el flujo de personas aumente hacia el mediodía.

“Al principio pensamos que sería un día perdido, pero parece que la gente se está animando a salir a pesar de la lluvia”, comentó una encargada de una tienda en la Liber mientras ponía un cartón para que los clientes se limpiaran los pies. En la Plaza de Armas, los boleros que consideraban retirarse temprano si no mejoraba la situación, ahora atienden a los primeros clientes del día. El sonido de sus cepillos se mezcla con el murmullo creciente de transeúntes y la lluvia.

Aunque el Sistema Meteorológico Nacional (SMN) mantiene el pronóstico de lluvias para el resto del día, la población chihuahuense parece estar adaptándose a las condiciones climáticas. Se observa un aumento gradual de personas portando paraguas y impermeables, decididas a realizar sus actividades a pesar del clima.