Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

Con más de 60 años de experiencia en el cultivo de flores de cempasúchil, Rafael Calleja Legardo mantiene viva una tradición familiar que comenzó con su abuelo y continuó con su padre. Originario de la zona de la colonia Palestina, en Chihuahua, Calleja Legardo explicó que su familia ha dedicado generaciones a sembrar estas flores, esenciales para las celebraciones del Día de Muertos.

Este año, su producción incluye flores híbridas de alta calidad, en colores como amarillo, naranja, blanco y rojo, que ofrecen mayor durabilidad y belleza. “Antes sembrábamos la flor tradicional, que tenía muchas imperfecciones, pero ahora trabajamos con variedades híbridas que garantizan mejor presentación y resistencia”, comentó. Actualmente, cultiva alrededor de 200 líneas de flores, cada una con un costo de producción de 10,000 pesos por surco.

Los ramos de cempasúchil se venden a 80 pesos cada uno, un precio que, según Calleja Legardo, es justo por la frescura y calidad de sus flores. Aunque reconoce que en los panteones los precios pueden variar por el regateo, él prefiere mantener un estándar para valorar el esfuerzo de su trabajo. “Aquí no hay competencia desleal; mi hermano y yo nos ponemos de acuerdo para ofrecer un producto de calidad y a un precio justo”, aseguró.

Para quienes deseen adquirir sus flores, Calleja Legardo atiende en su terreno ubicado en la carretera a Palestina, frente a la Concordia, cerca de la maquiladora AUMA. “Estamos aquí desde que amanece hasta que se oculta el sol, y si alguien llega más tarde, con gusto lo atendemos”, dijo, recordando anécdotas como la de una clienta que llegó a las 10 de la noche para comprar un surco completo de flores.

El productor también mencionó que ofrece facturación para quienes lo requieran, demostrando su compromiso con la formalidad y la satisfacción del cliente. “Tenemos todo el kit completo para quienes necesiten comprobante fiscal”, añadió.

Con una pasión que trasciende generaciones, Rafael Calleja Legardo sigue siendo un referente en el cultivo de cempasúchil en Chihuahua, asegurando que su legado familiar perdure en cada flor que siembra.