Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

En la Plaza de Armas de chihuahua junto al quiosco central, se vivió una escena que evoca nostalgia y tradición. Emilio Torres, un señor de la tercera edad, compartía un momento especial con su nieto Luis, enseñándole a bailar el trompo, un juego que ha perdido popularidad en la era digital.

Emilio, con paciencia y dedicación, mostraba a Luis los secretos para hacer bailar el trompo, un juguete de madera con cuerda que fue muy popular en generaciones pasadas. “Es importante que los niños de hoy conozcan los juegos de antes, que encuentren diversión en lo simple y tradicional”, comentó Emilio mientras ayudaba a su nieto a lanzar el trompo.

Los trompos, adquiridos en una tienda de artesanías, tienen un valor de 95 y 75 pesos respectivamente, y vienen con la cuerda incluida. Emilio mencionó que incluso tienen los nombres grabados, añadiendo un toque personal a estos juguetes tradicionales. “Compré dos, uno para cada nieto, para que ambos puedan disfrutar y aprender”, explicó.

Luis, de solo diez años, mostraba entusiasmo por aprender a manejar el trompo, aunque al principio le costaba un poco. “Tienes que jalar la cuerda así, sin soltarla”, le explicaba su abuelo mientras ambos practicaban en las jardineras de la plaza.

Este momento no solo resalta la importancia de preservar las tradiciones, sino que también ofrece una alternativa a los niños para que disfruten de juegos que no involucran pantallas. “Es bueno inculcarles a los chavalitos de ahora estos juegos, para que dejen un poco los videojuegos”, añadió Emilio.

La escena captó la atención de varios transeúntes, quienes observaban con curiosidad y nostalgia cómo el trompo bailaba en el suelo, recordando tiempos pasados donde este juego era una actividad común entre los niños. La Plaza de Armas se convirtió, aunque sea por un momento, en un espacio donde el pasado y el presente se encontraron a través de un simple juguete de madera.