Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

Bajo un cielo despejado en El Palomar, autoridades municipales, líderes sindicales y familiares se reunieron esta mañana para honrar la memoria del maestro Porfirio Loya Ibarbo, reconocido como Maestro Ilustre 2025 en el marco del Día Mundial del Docente. Aunque un fallo técnico en el mecanismo del asta bandera impidió el izamiento programado, el acto continuó con emotivos discursos que destacaron la trayectoria de un educador que dedicó 54 años a la enseñanza y la lucha social.

El presidente municipal Marco Bonilla Mendoza encabezó la ceremonia, donde se inscribió simbólicamente el nombre de Loya Ibarbo en la Rotonda de los Maestros Ilustres. “Hoy no solo reconocemos a un docente, sino a un hombre que hizo de la educación una herramienta de transformación”, señaló Bonilla, quien resaltó el compromiso del homenajeado con causas como la recuperación de los manantiales de Las Golondrinas, un esfuerzo que le valió amenazas pero también el respeto de las comunidades rurales.

Eduardo Zendejas, secretario general de la Sección 8 del SNTE, recordó a Loya Ibarbo como un líder sindical y defensor de la escuela pública, destacando su papel en la creación de FOCAPS, la caja de ahorro magisterial que hoy beneficia a miles de docentes. “Era un hombre que no solo enseñaba, sino que inspiraba a luchar por lo justo”, dijo Zendejas, quien entregó un reconocimiento póstumo a la familia.

La emoción llegó a su punto más alto cuando María Guadalupe Galindo, esposa del maestro, tomó la palabra. Con voz quebrada, recordó cómo su esposo seguía revisando cuadernos de alumnos incluso en sus últimos días de vida. “Para él, ser maestro no era un oficio, era una vocación que vivió hasta el final”, confesó, mientras sus hijas, Yadira y Yanira, la acompañaban en el escenario.

El evento, que conmemoró también el Día Mundial del Docente (celebrado oficialmente el 5 de octubre), cerró con un llamado a mantener vivo el legado de Loya Ibarbo, un educador que, como dijo Mario García Jiménez, director de Desarrollo Humano y Educación, “enseñó con el corazón y luchó con las manos”.