Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

Rosario Antolina Armendáriz, encargada de mantener impecable el Centro Histórico de Chihuahua, cumple ocho años como parte del equipo de limpieza municipal. Su jornada inicia a las 7:00 horas y se extiende hasta las 18:00, con horas extras que suma para aumentar sus ingresos. “Trabajo de lunes a domingo, pero descanso los jueves. Los fines de semana hay más basura por el turismo”, explicó.

Armendáriz, quien se enfoca en áreas como la Plaza de Armas y los alrededores del icónico árbol de la ciudad, enfrenta desafíos como el viento que desparrama hojas y residuos. “Aunque haya aire, barremos sin parar”, dijo. Sobre el rol de la mujer en empleos no tradicionales, celebró que hoy haya más electricistas, mecánicas y boleras: “Antes no se veía, pero ahora las mujeres demostramos que podemos”.

Con un salario que considera justo y acceso a servicio médico, Armendáriz aseguró sentirse orgullosa de su labor: “Mantener limpia la ciudad es un honor”. Su historia, como la de muchas mujeres en el Día Internacional de la Mujer, refleja la dedicación invisible que hace posible que Chihuahua “brille todos los días”.