Hoy, 6 de febrero, se cumplen 172 años del fallecimiento de Anastasio Bustamante, uno de los presidentes más emblemáticos y controvertidos de la historia de México. Bustamante tiene el singular récord de haber sido reelegido en tres ocasiones como presidente del país, un hecho poco común en la historia política mexicana.

Nacido en 1780 en Jiquilpan, Michoacán, Bustamante fue un militar y político que ocupó la presidencia en tres periodos distintos: 1830-1832, 1837-1839 y 1839-1841. Su liderazgo se enmarcó en una época de gran inestabilidad política, marcada por luchas internas entre conservadores y liberales, así como por conflictos internacionales.

Durante su primer mandato, Bustamante se destacó por su alianza con los conservadores y por implementar medidas para fortalecer el centralismo. Sin embargo, su gobierno también fue criticado por la represión a sus opositores, lo que generó descontento y revueltas. En sus siguientes periodos, enfrentó desafíos similares, incluyendo rebeliones y presiones internacionales, como la intervención francesa conocida como la Guerra de los Pasteles (1838-1839).

El 6 de febrero de 1853, Bustamante falleció en la Ciudad de México, dejando un legado complejo que aún es objeto de análisis por historiadores. Su capacidad para mantenerse en el poder en una época tan convulsa refleja tanto su habilidad política como las tensiones de un México en formación.

En el mismo año de su muerte, 1853, el país vivió otro momento crucial. Una junta de jefes militares se reunió en Palacio Nacional para expresar su adhesión al Plan de Guadalajara, que buscaba convocar a un Congreso Constituyente y reorganizar el gobierno. Como resultado, el general Manuel Lombardini asumió el poder Ejecutivo de manera interina del 7 de febrero al 20 de abril de 1853, en un intento por estabilizar al país.

Hoy, al recordar a Anastasio Bustamante, no solo celebramos su papel en la historia de México, sino que también reflexionamos sobre los desafíos que enfrentó el país durante el siglo XIX. Su figura sigue siendo un recordatorio de la complejidad de la política mexicana y de los esfuerzos por construir una nación sólida y unida.

Bustamante es uno de los pocos presidentes en la historia de México que logró ser reelegido en tres ocasiones, un hecho que lo convierte en un personaje clave para entender el México del siglo XIX.