Sequía y alza de precios del maíz golpean a productores y consumidores en el norte de México
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
La combinación de sequía extrema, altas temperaturas y la disminución histórica en la producción agrícola está generando un impacto severo en el norte de México, particularmente en Chihuahua, donde el precio del maíz alimento básico en la dieta local alcanzó los 65 pesos por kilo desgranado, un incremento del 30% en el último mes. Este aumento, reportado por vendedores como Dilan Hernández en el centro de Chihuahua, refleja la dependencia de insumos externos: el maíz ahora se importa desde Colima debido a la imposibilidad de cultivarlo localmente por las condiciones climáticas.
Chihuahua enfrenta una sequía excepcional, clasificada como la más grave en décadas, con el 88% de su territorio bajo condiciones de sequía extrema o excepcional. Las presas Boquilla y Las Vírgenes, vitales para el riego, están a menos del 15% de su capacidad, lo que ha obligado a los agricultores a depender de pozos subsidiados por el gobierno federal, aunque incluso con este apoyo, la superficie sembrada se redujo a menos del 40% en 2024. Este escenario se agrava por el fenómeno de La Niña, que ha alterado los patrones de lluvia, acentuando la aridez en el noroeste del país.
Los agricultores chihuahuenses, tradicionalmente líderes en cultivos como nuez, chile y cebolla, ahora enfrentan pérdidas sin precedentes. En regiones como Delicias y Camargo, la siembra de maíz y frijol esenciales para el autoconsumo se ha desplomado, obligando a comunidades rurales e indígenas a depender de ayudas gubernamentales, como la entrega de pacas de rastrojo para alimentar ganado. Además, la reducción del hato ganadero en Sonora, estado vecino, sugiere un panorama similar para Chihuahua, donde productores podrían verse forzados a vender sus animales ante la falta de agua y pastos.
El Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados reporta que el precio del maíz en el norte de México ha seguido una tendencia alcista desde 2023, impulsado por la disminución de la producción local y el aumento de la demanda. En marzo de 2025, el precio promedio en Chihuahua era de 60-65 pesos por kilo, frente a los 45-50 pesos registrados en el mismo periodo de 2024. Esta alza contrasta con la caída de los precios internacionales de granos como el maíz, que cayeron un 12% en 2024 debido a excedentes globales, pero que no han beneficiado a México por los costos logísticos de importación.
El gobierno estatal implementó en febrero un programa de atención a la sequía con una inversión de 1,000 millones de pesos, enfocado en tecnificación de riego y apoyo a pequeños productores. Sin embargo, se advierte que estas medidas son insuficientes ante la magnitud de la crisis ya que sin políticas estructurales como reforestación masiva y sistemas de captación de agua pluvial, la región podría enfrentar un colapso agrícola y migración rural masiva.
Mientras tanto, consumidores como los clientes de Dilan Hernández ajustan sus hábitos: el maíz se destina prioritariamente a platillos básicos como sopas y tamales, limitando su uso en preparaciones menos esenciales. La situación evidencia una paradoja: Chihuahua, históricamente un referente agrícola gracias a sus sistemas de riego por pivote central, hoy depende de otros estados para abastecer un producto que fue pilar de su economía.
Con proyecciones climáticas que anticipan temperaturas aún más altas y menor precipitación para el resto de 2025, el desafío para productores, autoridades y ciudadanos se intensifica, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de una de las regiones más productivas de México.
