Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En medio de la incertidumbre por un posible aumento en la tarifa del transporte público, los capitalinos se ven obligados a utilizar un servicio que no solo es deficiente, sino que se ha convertido en una burla constante por parte de los permisionarios. La imagen capturada hoy en la calle Venustiano Carranza y Rosales muestra a un chofer de la unidad con número económico 398 de la ruta circunvalación, siendo atendida por un mecánico, lo que pone de manifiesto el mal estado de las unidades en circulación.

Francisco «El Güero» Lozoya, líder de Permisionarios Unidos del Transporte Público, se pronunció ayer lunes 14 de octubre 2024 sobre la situación durante una rueda de prensa, aclarando que no están solicitando un aumento inmediato en la tarifa, sino que buscan implementar revisiones anuales. Lozoya argumentó que esta medida evitaría ajustes drásticos en el futuro, como el que se experimentó tras la última actualización en abril de 2023, cuando se vio obligado a solicitar un incremento considerable debido a la falta de revisión en años anteriores.

“No estamos pidiendo una tarifa al día de hoy. Lo importante es que se haga una revisión año a año para evitar esos saltos grandes”, señaló Lozoya. Sin embargo, el líder transportista parece ignorar que, a pesar de los constantes anuncios sobre la inclusión de nuevas unidades, la realidad es que los chihuahuenses siguen enfrentándose a un servicio deficiente que no justifica un aumento en la tarifa.

Los usuarios del transporte público han expresado su frustración, argumentando que las condiciones de las unidades son inaceptables. Las promesas de nuevas unidades y mejoras en el servicio se han convertido en un tema recurrente, pero la realidad demuestra que estas afirmaciones son solo una burla para quienes dependen diariamente del transporte público.

La propuesta de aumentar la tarifa en medio de un mal servicio y vehículos en mal estado plantea serias preguntas sobre la transparencia y el compromiso de los permisionarios con la calidad del servicio. Mientras tanto, los chihuahuenses continúan exigiendo no solo un ajuste tarifario justo, sino también un servicio que cumpla con las expectativas y necesidades de la población.