Por: Lucero Herrera
Chihuahua. – Doce pesos es lo que cuesta trasladarse en el Estado de Chihuahua en un camión urbano, específicamente en las ciudades más transitadas de la entidad, Chihuahua municipio y Ciudad Juárez; a raíz del incremento pedido por los transportistas del Estado, el Gobierno se dio a la tarea de sustentar el incremento de la tarifa, con una promesa de mejora en el transporte, tiempo, calidad y servicio en un lapso de 90 días, es decir tres meses.
Las promesas del ejecutivo Estatal encabezado por la Gobernadora María Eugenia Campos, han dejado a lo largo de este debate económico del transportes dos bandos pues, mientras algunos piensan que el aumento es correcto y que comenzar en el mes de abril con el incremento fue una grandiosa idea del ejecutivo Estatal, para algunos incluyendo gran parte de la sociedad Chihuahuense, les aterra la idea de los incrementos en absolutamente todo en su día a día, sin contar la inflación y los precios al alza de la canasta básica.
Algunos diputados locales, han solicitado la aprobación de distintos exhortos al ejecutivo pidiendo una tipo prorroga de pago para los consumidores partiendo por la idea de un subsidio al transporte, el cual no fue aprobado por la mayoría de los legisladores del otro bando, quienes han señalado que es imposible solventar gastos de mantenimiento, Diesel, pago de refacciones, entre otras pues el estado no cuenta con los suficientes recursos dada la crisis que algunos ex gobernadores le han dejado a Chihuahua.
La realidad es que distintas unidades de transporte publico en la zona, no cuentan con lo necesario para trasladar personas, ni siquiera lo básico, transportes como los Ruta II, Concordia, Riveras entre otros, no tienen asientos, algunos ni ventanas ni puertas.
Ha sido necesario por parte de los mismos choferes de transporte, colocar cartón e incluso con bolsas de basura a los huecos que por años han estado en los camiones, eso sin contar las fallas mecánicas que son un verdadero problema para la comunidad pues han causado retardos en el transporte, lo que desemboca una molestia general y una percepción de inconformidad en la comunidad.
Cabe destacar que el transporte público ha sido por años uno de los sustentos económicos internos más importantes del Estado, generando hasta subsecretarías de movilidad y consejos estatales de la misma índole, sin embargo, el incremento de este servicio social y su aumento ataca al sector más vulnerable de la población pues una persona que toma la ruta troncal alimentadora de 12 pesos y la ruta del transporte colectivo BOWI que cuesta 10 pesos tan solo de ida gasta 22 pesos es decir, por día gasta 44 pesos para ir y venir del trabajo, solamente.