Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

Familiares, turistas y locales no han dejado pasar la oportunidad de retratarse frente al Museo Casa Chihuahua, donde una Catrina gigante, vestida con un llamativo traje de flores de cempasúchil hechas de papel maché y otros materiales tradicionales, se ha convertido en el fondo perfecto para las fotos. La icónica figura, que destaca por sus colores naranja y blanco, complementa las ya famosas “Alas de México” del artista Jorge Marín se encuentran de forma permanente en la entrada principal del Centro de Patrimonio Cultural —una obra de metal que desde hace años atrae a visitantes para capturar recuerdos—.

Este año, la combinación de las alas con la Catrina monumental, adornada con detalles artesanales típicos del Día de Muertos, ha generado un escenario festivo y lleno de tradición. “Es un bonito recuerdo que une el arte, la cultura y la alegría de estas fechas”, comentaron algunos visitantes, mientras posaban para sus fotografías. La instalación, que resalta por su tamaño y diseño, se ha convertido en un símbolo de la celebración en la capital, atrayendo a quienes buscan llevar consigo un pedazo de la esencia mexicana.