Vapeadores en Chihuahua: Prohibidos, pero de Venta “a la Sorda” en establecimientos
Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
Mientras autoridades federales y locales mantienen la prohibición de comercializar cigarros electrónicos y vapeadores, estos dispositivos siguen circulando libremente en Chihuahua capital. Así lo evidenció una entrevista callejera realizada este martes en el centro de la ciudad, donde una joven identificada como Kimberly Castillo admitió usar vapeadores a pesar de conocer sus riesgos para la salud.
“Cualquiera los vende a la sorda”, denuncia usuaria, durante el diálogo, Castillo mostró un vapeador, que según explicó se consigue en tiendas informales o mediante vendedores ambulantes. “Los precios varían: unos cuestan 250 pesos, otros hasta los 900. Ya no es difícil conseguirlos”, afirmó, reconociendo que la venta se realiza de manera clandestina.
Aunque la Ley General para el Control del Tabaco prohíbe desde 2022 la importación y distribución de estos dispositivos, en Chihuahua persiste un mercado negro que opera sin restricciones. “Traen el líquido incluido. Solo los conectas, los cargas y listo”, detalló la joven, quien aseguró que los consume para evitar el cigarro tradicional, pese a saber que “hacen más daño”.
Expertos en salud pública advierten que los vapeadores contienen sustancias como propilenglicol, nicotina líquida y saborizantes químicos vinculados a enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Sin embargo, la falta de operativos para retirarlos de circulación y la demanda juvenil alimentan su disponibilidad.
Autoridades municipales no han emitido un comunicado reciente sobre el tema. No obstante, en 2024, la COFEPRIS aseguró haber incautado “miles de dispositivos” en Chihuahua, aunque sin erradicar el comercio informal.
Para Kimberly y otros consumidores, la solución no está en la prohibición, sino en una regulación que garantice productos seguros. “Si los venden abiertamente en otros países, ¿por qué aquí no? Al menos sabríamos qué estamos inhalando”, cuestionó.
Mientras tanto, la venta de estos dispositivos “a la sorda” continúa, exponiendo a la población a riesgos sin precedentes y la falta de acciones para esta problemática de salud.
