Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

El auge de las plataformas de entrega a domicilio como Didi y Uber Eats ha provocado una auténtica invasión de motociclistas y patinadores eléctricos en las calles peatonales del Centro Histórico de Chihuahua.

La presencia de numerosos restaurantes en esta zona ha impulsado la demanda de estos servicios de entrega, convirtiendo las emblemáticas plazas como la Plaza de Armas en un verdadero circuito donde estos repartidores circulan sin control, esquivando a los transeúntes en un peligroso juego de probabilidad.

No solo se limitan a circular de manera imprudente, sino que también invaden las banquetas, convirtiendo esta infracción en una práctica cotidiana que pone en riesgo la seguridad de los peatones.

Lamentablemente, esta falta de respeto a las normas viales ha provocado varios accidentes, donde peatones han resultado heridos tras chocar con motociclistas o patinadores imprudentes. Pero la ausencia de vigilancia por parte de las autoridades de tránsito ha dejado estos incidentes sin más consecuencias que un golpe y un mal rato.

Es inaceptable que el gobierno del estado y la Dirección de Vialidad y Tránsito hagan caso omiso ante esta situación que amenaza la convivencia pacífica en las calles del Centro Histórico. Es urgente que tomen cartas en el asunto y establezcan medidas contundentes para restablecer el orden y garantizar la seguridad de todos los usuarios, sin afectar las operaciones de los comercios locales ni los ingresos de los repartidores que trabajan para estas plataformas.

Las soluciones deben contemplar la designación de áreas específicas para el recojo y entrega de pedidos, así como la implementación de rutas y horarios establecidos para la circulación de estos vehículos de reparto. Además, es fundamental aumentar la presencia de agentes de tránsito para hacer cumplir las normas y sancionar a quienes incurran en infracciones.

La inacción solo perpetúa el caos y la falta de respeto a las normas, convirtiendo esta zona patrimonial en un escenario peligroso. Es responsabilidad de las autoridades velar por la seguridad de todos los usuarios de las vías públicas, al tiempo que facilitan la actividad económica de la región. Es momento de que asuman esta obligación de manera urgente y encuentren soluciones integrales que beneficien a todos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *