Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

Bajo un cielo encapotado y ráfagas de viento que pusieron a prueba la escenificación, cientos de fieles presenciaron este Viernes Santo el tradicional Viacrucis Viviente en el Templo de San Rafael, donde se recreó el juicio, pasión y crucifixión de Jesús de Nazaret. A pesar de las condiciones climáticas, los actores, liderados por Juan Borunda Robles en el papel de Cristo, lograron culminar el recorrido de tres kilómetros, reforzando el mensaje de fe y resiliencia.

El juicio de Jesús, un evento central en la narrativa cristiana, fue recreado con rigor en la escenificación. Jesús fue condenado por el Imperio Romano bajo el cargo de sedición, al autoproclamarse “rey de los judíos”, un desafío directo al poder de César. Aunque los Evangelios destacan el papel del Sanedrín el consejo religioso judío, se señala que la crucifixión fue una decisión romana motivada por mantener el orden público en Judea, una provincia inestable durante festividades como el Pésaj.

Durante el Viacrucis de San Rafael, este contexto histórico se representó con detalle: desde la traición de Judas interpretado por un joven local hasta el interrogatorio ante Poncio Pilato, quien, según relatos, intentó liberar a Jesús pero cedió ante la presión popular. El diálogo entre Herodes (Hugo Armando Chavira) y Pilato resaltó las tensiones políticas de la época, mientras Yanet Lara, coordinadora del pueblo, enfatizó cómo “Jesús desafió estructuras de poder que hoy siguen vigentes”.

Minutos antes de iniciar el recorrido, fuertes vientos arrancaron decoraciones y voltearon estructuras, obligando a actores y organizadores a improvisar y actuar rápidamente ante este desdén.

El padre Marco Estrada Rojas, párroco del templo, destacó la analogía entre las adversidades climáticas y el sufrimiento bíblico: “Como Jesús enfrentó la cruz, nosotros enfrentamos el viento. La fe no se detiene”. La cuarta estación, donde Jesús se encuentra con su madre María (interpretada por Graciela), fue uno de los momentos más emotivos.