Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
*La vida en las cercanías de las vías del tren puede resultar ruidosa e incluso peligrosa.
En una entrevista con vecinos de la calle Ángel Trías y 57 en la Col. Popular, Andrea, quien ha vivido a solo 10 metros de la vía durante toda su vida, habla sobre los desafíos que enfrentan las personas que viven cerca de las vías del tren.
Andrea menciona que el tren pasa por la zona a las 8 de la mañana y otras veces a las 2 de la tarde, todos los días. Aunque la ley federal prohíbe los asentamientos cercanos a las vías, la casa de Andrea está a menos de 10 metros de la vía. Ella comenta que ya está acostumbrada al ruido constante del tren, pero después de lavar la ropa y tenderla en el patio, el paso del tren levanta polvo y humo que se impregna en la ropa.
Se le preguntó a Andrea si en algún momento ha querido mudarse a un lugar más tranquilo, y ella respondió que sí han intentado cambiar de lugar, pero no han tenido la oportunidad. Los desafíos de vivir en una zona cercana a las vías del tren son evidentes, desde el ruido constante hasta la contaminación del aire y el polvo.
La historia de Andrea y su comunidad en la colonia popular de Chihuahua es un recordatorio de la importancia de la seguridad y la calidad de vida de las personas que viven cerca de las vías del tren.
En México, la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario establece en su artículo 67 que no se permitirá la construcción de viviendas, edificios o instalaciones permanentes a una distancia menor de 15 metros de la línea del ferrocarril en zona urbana, y a una distancia menor de 50 metros en zona rural.
Además, la misma ley establece que se deben tomar medidas de protección para evitar que las construcciones que ya existen a menos de la distancia mínima establecida puedan ser afectadas por el tráfico ferroviario.
Estas medidas incluyen la construcción de muros o cercas para proteger las viviendas y la implementación de medidas de seguridad para prevenir accidentes.
