Un acto de valentía y humanidad marcó la medianoche del 12 de diciembre, cuando un agente de la Policía Municipal logró impedir una tragedia mayor.

La madrugada del 12 de diciembre, alrededor de las 00:00 horas, el sistema de emergencias 911 recibió múltiples llamadas de auxilio que alertaban sobre un hombre en silla de ruedas que se encontraba en el puente ubicado en el cruce de la avenida Sacramento y Teófilo Borunda, con la aparente intención de arrojarse al vacío tras intentar superar la barrera de seguridad.

Al lugar acudió de inmediato el agente del Distrito, Ángel Alan Talavera, quien al arribar localizó a un masculino en silla de ruedas en una situación crítica, forcejeando para cruzar la contención del puente. Con rapidez, temple y sensibilidad, el oficial logró asegurarlo y ponerlo a salvo, evitando así una desgracia que pudo haber tenido consecuencias fatales.

Posteriormente, el hombre, de 42 años de edad, manifestó que atravesaba por una fuerte crisis de ansiedad y depresión, derivada de una lesión en uno de sus pies, la cual le ha provocado una discapacidad que limita severamente su capacidad para trabajar y sostenerse económicamente, situación que lo llevó a atentar contra su propia vida.

Tras ser resguardado, el masculino fue trasladado a bordo de la unidad 1514 a la Comandancia Norte, donde fue puesto a disposición del Departamento de Trabajo Social, con el objetivo de brindarle atención especializada, canalización adecuada y apoyo para localizar a sus familiares.

La intervención del agente Ángel Alan Talavera fue clave para salvar una vida. Hoy, su nombre hace honor a su acción: un ángel con uniforme azul, que recordó que detrás de cada llamado de emergencia hay vidas que aún pueden ser rescatadas.