La madrugada de hoy fue escenario de un enfrentamiento en una granja clandestina que, según informes, operaba como un sitio de peleas de gallos. Tras los hechos violentos, la Fiscalía General clausuró el lugar, argumentando que los sellos de seguridad previamente colocados habían sido violados por los agresores.

En un operativo inmediato, las autoridades tomaron bajo resguardo una serie de elementos relacionados con el crimen, entre ellos varios vehículos, armas de fuego y una cantidad significativa de sustancias ilícitas. Aunque aún se desconocen detalles sobre los responsables, la magnitud del aseguramiento y la naturaleza del sitio refuerzan las sospechas sobre su vínculo con actividades delictivas.

Este caso pone de manifiesto una vez más la complejidad del combate al crimen organizado en zonas donde la clandestinidad y la violencia siguen siendo un desafío constante para las autoridades. La Fiscalía prometió dar seguimiento a las investigaciones para esclarecer los hechos y determinar responsabilidades.