Redacción Por Crónica Urbana

En la calle Garcilazo de la Vega, entre Sosa Vera y Nogales, el miedo dejó de ser abstracto. Los vecinos de la colonia viven con zozobra desde que se descubrió una maleta con restos humanos a media cuadra del domicilio marcado como Chihuahua 2094. El presunto responsable, identificado por cámaras de seguridad, ha sido detenido en dos ocasiones… y liberado en ambas.

Cámaras, sellos rotos y una casa marcada

Según testimonios vecinales, las cámaras de vigilancia captaron al sospechoso junto a otra persona abandonando la maleta. La casa fue asegurada por autoridades, pero los sellos fueron rotos por el mismo individuo, quien ingresó por la parte trasera y volvió a ocupar el inmueble.

Dentro del domicilio se encontraron manchas de sangre y el arma blanca presuntamente utilizada en el crimen. A pesar de ello, el sujeto fue liberado bajo el argumento de que “no hay pruebas suficientes”.

“Aquí vivimos con miedo, no con justicia”

Vecinos denuncian que la casa sigue siendo punto de reunión de personas bajo los efectos de sustancias como cristal, y que el ambiente se ha vuelto insostenible. “Tenemos hijos, niñas, familias. ¿Qué más tiene que pasar para que actúen?”, comenta una residente que prefiere el anonimato.

¿Testigo o agresor?

Los primeros reportes indican que los dos detenidos estaban con la víctima al momento del crimen. Sin embargo, uno fue liberado como “testigo” y el otro salió horas después. La comunidad exige que se investigue a fondo y se garantice seguridad en la zona.



Mientras la Fiscalía revisa expedientes, los vecinos revisan cerraduras.

La justicia parece tener más puertas giratorias que una estación de metro.

Y en Chihuahua 2094, la impunidad ya tiene domicilio fijo.