Reportero de Polciacas
Un preocupante testimonio de maltrato a ancianos emerge desde Chihuahua, específicamente del asilo «El Guadalupano», ubicado cerca de la Bolívar, tras una denuncia de un familiar afectado.
Hace aproximadamente un mes, la familia del afectado tomó la difícil decisión de ingresar a su suegro en el asilo debido a la necesidad de atención a tiempo completo. Sin embargo, tras cuatro meses bajo su cuidado, descubrieron una situación alarmante de maltrato.
En una conversación, el familiar relató que su suegro tenía una úlcera en la espalda baja que estaba cicatrizando. No obstante, en el transcurso de un mes en el asilo, su salud se deterioró significativamente. La úlcera, lejos de mejorar, empeoró, y se detectaron nuevas condiciones deplorables, incluyendo la omisión de cuidados básicos.
Al revisar las condiciones, descubrieron que las úlceras estaban infectadas, y se evidenciaron señales de falta de higiene, como excremento seco en el vello púbico. Sorprendentemente, al confrontar al médico del asilo, este reveló su desinterés y falta de empatía, afirmando que solo intervenía en casos de diarrea.
La familia, indignada y molesta, busca respuestas y soluciones. El testimonio incluye evidencia de conversaciones con el personal del asilo, quienes intentaron minimizar la gravedad de la situación. Además, se reveló que la persona presentada como enfermera no tenía esa formación y que, según la familia, se dedicaba a cuidar a otros.
En busca de justicia, el familiar afectado está explorando opciones para presentar denuncias formales y solicitar una auditoría al asilo «El Guadalupano». La preocupación no solo radica en el trato recibido por su suegro, sino en la posibilidad de que otros adultos mayores estén siendo sometidos a condiciones similares.
La familia busca respuestas y acciones concretas para garantizar que estos abusos no continúen y que los responsables enfrenten las consecuencias legales de sus acciones.