Sangre, cristales rotos y sellos de seguridad marcan la escena del crimen
Reportero de Policiacas
En una vivienda ubicada en el corazón del centro de la ciudad, marcada con el numeral 134, se desató una violenta masacre que ha conmocionado a la comunidad. El lugar quedó teñido de sangre, con cristales destrozados y sellos de seguridad que evidencian la intervención de las autoridades.
La escena del crimen es escalofriante: en el interior de la vivienda, testigos encontraron una macabra mancha de sangre en la entrada principal, testimonio de la brutalidad del ataque, Los cristales rotos reflejan el caos que se desencadenó cuando un grupo de sujetos armados irrumpió en el lugar.
La vivienda en cuestión, de color azul y con ventanales destrozados, se sospecha que operaba como un peligroso punto de venta de droga o “picadero”, Los curiosos que pasaban por la calle 13 no pudieron evitar la expectación ante la escena desoladora y los indicios de actividad ilícita en el lugar. En el interior se hallaron muebles viejos y objetos relacionados con el consumo de drogas, agregando aún más misterio y preocupación al caso.
Según informes extraoficiales, la casa era utilizada desde hace tiempo como un punto de encuentro para adictos y como un centro de distribución de sustancias tóxicas. Lo más sorprendente es su ubicación estratégica, a tan solo una cuadra de la comandancia del distrito y a escasas dos cuadras del presidio de gobierno. Estas circunstancias han planteado interrogantes sobre la eficacia de las autoridades en la prevención y control de la delincuencia en la zona.
Entre las víctimas mortales se encuentra una mujer cuya identidad aún no ha sido revelada, mientras que un sobreviviente se debate entre la vida y la muerte en un hospital, El impactante hecho ha movilizado a la Fiscalía del Estado, encargada de llevar a cabo las primeras investigaciones para esclarecer los detalles y dar con los responsables de esta tragedia que ha dejado a la comunidad consternada y en busca de respuestas.
