En este Sábado Santo, las calles de la ciudad de Chihuahua lucen desiertas, un reflejo de la solemnidad y el recogimiento que caracterizan este día en el calendario litúrgico. La quietud y el silencio predominan en la urbe, mientras muchos fieles se preparan para celebrar la resurrección de Jesucristo en la Pascua.

La ciudad, normalmente vibrante y llena de vida, se encuentra envuelta en una atmósfera de contemplación y reflexión. Los templos y lugares de culto están llenos de devotos que se preparan para la vigilia pascual, mientras que las familias se reúnen para compartir momentos de fe y reflexión.

En este día de silencio y espera, la ciudad de Chihuahua se une a la tradición católica y se prepara para la celebración de la resurrección de Jesucristo, un momento de gran significado para la comunidad cristiana.