Redacción y fotografía por: Armando Garay.


Decía Manuel Gomez Morin en su discurso frente a la asamblea constituyente en el año de 1939; “Este proceso de disgregación, de relegación del interés nacional, de mentira insolente y reiterada, y de desdén de los valores humanos, debía culminar y así ha sucedido, en el enfrentamiento de dos tendencias: la que pretende encadenar a México y hacer de la nación un conjunto de masas indiferenciadas sujetas sin defensa a la voluntad del estado, que será solo la voluntad del puñado de hombres que usurpen ese nombre”. Parecen las palabras del fundador del PAN más vigentes que nunca…

Los resultados electorales del pasado 2 de junio obligan a plantearnos a quienes militamos en el Partido Acción Nacional a una serie de análisis para poder explicarnos más allá de la derrota, que puede tener muchos culpables, a poder concluir hacia donde debería tomar el rumbo la institución que tanto ha abonado a la democracia de nuestro país y que ha construido a lo largo y ancho de del mismo, gobiernos con resultados y que en algunos casos han sido ejemplo en muchas entidades.

¿Qué es lo que ha hecho bien el oficialismo y Morena? En este sentido podemos discutir hasta el cansancio, la realidad es que al menos se han planteado un proyecto de nación (podríamos discutir si adecuado o no) al cual se adhieren todos sus cuadros y para efectos prácticos de comunicación les ayuda a plantear una visión de país y de sociedad.

En el PAN nos hemos perdido, ensimismados en las cuestiones internas nos hemos olvidado de que los electores están afuera, en las colonias, las fábricas, las empresas, las escuelas, las universidades. Nos hemos olvidado de plantear una alternativa real, una visión con la cual se puedan identificar los distintos sectores de la sociedad. Si no tenemos esta propuesta de nación y sociedad será difícil encontrar los medios adecuados para poder comunicar, tampoco será fácil encontrar voceros que apoyen en los sectores académicos, empresarial y social para poder transmitir esa idea de nación a la ciudadanía.

El PAN requiere recuperar los fundamentos de doctrina que lo vieron nacer, conceptos muy claros como el de persona, familia, solidaridad, bien común, el humanismo político, todos están en sus documentos básicos. Debería existir un replanteamiento de estos frente a las necesidades y contexto actuales que demanda nuestro país para poder ser una opción real y enfrentar la tiranía que se aproxima, esperemos que los actores políticos estén a la altura del momento histórico que atraviesa la institución. Al tiempo.


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