El empresario argentino Carlos Ahumada Kurtz, figura central de los escándalos de corrupción que sacudieron al gobierno de la Ciudad de México a principios del milenio, fue liberado y enviado de regreso a Paraguay solo un día después de su arresto en Panamá. La detención, que se produjo en respuesta a una alerta roja de Interpol a petición de México, no fue seguida por una solicitud formal de extradición por parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Ahumada fue aprehendido en el aeropuerto panameño mientras hacía escala en su viaje de Asunción a Guatemala. La Fiscalía General de la República (FGR) de México lo acusa de cometer fraude genérico y continuado. Su captura sorprendió a las autoridades mexicanas y avivó la curiosidad de los medios, recordando el ultimátum que Ahumada dio en 2021, amenazando con revelar más material comprometedor sobre figuras prominentes del gobierno actual si la persecución en su contra no cesaba.

Tras su arresto, México tenía 24 horas para iniciar el proceso de extradición, pero el Servicio Nacional de Migración de Panamá no recibió ninguna comunicación al respecto. Concluido el plazo sin acción alguna por parte del gobierno mexicano, Ahumada fue puesto en libertad y deportado a Paraguay, manteniendo su estatus en la lista roja de Interpol, según confirmaron las autoridades panameñas

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