«Deudas y Escándalos«,»Presiones y Amenazas«,»El Escándalo de Baker Hughes«,«La Deuda Oculta«,»El Fin del Sexenio«

“Pemex bajo presión: Deudas y Escándalos”

En el último año, el pasivo en el rubro de deudas de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha experimentado un vertiginoso aumento, representando casi el 10% de su deuda total. Este incremento ha puesto a la empresa estatal en el ojo del huracán, y detrás de esta situación se encuentran los escándalos relacionados con el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Presiones y Amenazas

En los últimos meses, la presión para que Pemex cumpla con sus obligaciones financieras hacia los proveedores ha alcanzado niveles críticos. El director general, Octavio Romero Oropeza, se ha visto obligado a comprometerse a saldar las deudas pendientes después de las elecciones. Sin embargo, tras bambalinas, tres de los gigantes del mercado han estado presionando con fuerza: Halliburton Schulemberg y Baker Hughes, empresas offshore estadounidenses.

El Escándalo de Baker Hughes

Baker Hughes, en particular, ha estado en el centro de la controversia. Se ha revelado que el hijo mayor del presidente López Obrador, Ramón López Beltrán, vivió una temporada en la residencia de uno de los altos ejecutivos de esta empresa. Además, Baker Hughes recibió hasta 27 contratos durante ese período, según un reportaje de Mexicanos contra la Corrupción. Estas conexiones han generado sospechas y han aumentado la presión sobre Pemex.

La Deuda Oculta

A pesar de que Octavio Romero Oropeza destacó una reducción de la deuda total de Pemex en 71 millones de pesos durante mayo, la deuda con los proveedores ha alcanzado niveles sin precedentes. Según el último informe financiero, en marzo, la deuda con los proveedores ascendió a 364,814 millones de pesos. Además, se estima que hay alrededor de 73,000 millones de deuda no documentada, principalmente adquirida por ampliación de contratos.

El Fin del Sexenio

Con el fin del sexenio de AMLO en el horizonte, la presión sobre Pemex es aún más intensa. Las grandes firmas amenazan con reducir la prestación de sus servicios si no se resuelven las deudas pendientes. La situación es crítica, y la empresa estatal enfrenta un desafío monumental para mantener su estabilidad financiera y su reputación en medio de los escándalos y las amenazas.


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