Redacción y fotografía por: Lic. Armando Garay


La democracia y el crecimiento económico son condiciones necesarias en la estructura de la sociedad para conseguir un desarrollo económico pleno. Los regímenes autoritarios hacen que la economía se retrase y eso se puede ver en distintas sociedades como Cuba o Venezuela.
Entendiendo por democracia como una forma de gobierno justa y conveniente para vivir en armonía. En un contexto ideal de democracia deben existir las instituciones necesarias y mecanismos que fomenten la participación ciudadana, en este contexto ideal, los ciudadanos son el factor que materializa los cambios.
La democracia es fundamental para el desarrollo económico, por lo cual es esencial que haya seguridad jurídica de las inversiones, que existan órganos autónomos, poderes autónomos hacen que se fortalezca la democracia y esto obliga a que el proceso democrático sea el principal insumo para el desarrollo económico.
La amenaza radica en las democracias frágiles, en aquellas donde las instituciones no muestran la fuerza necesaria, en nuestro país más recientemente hemos visto el ataque directo mediante el desmantelamiento de la estructura operativa del INE que pone en riesgo la operatividad de las elecciones en 2024, algo que evidentemente no abona al fortalecimiento de la democracia en las próximas elecciones.
Hace unas semanas apareció como best seller el nuevo libro de Thomas Piketty y Julia Cage llamado “Una Historia del conflicto político” que justo trata como tesis central el buscar la correlación entre la democracia, desarrollo económico y la distribución del ingreso. Según los autores cuando el voto de la clase social desfavorecida se une en favor de un candidato de izquierda, la distribución del ingreso mejora y esto a su vez traerá la una distribución mejor del talento que ante esta mejor distribución de bienes materiales podrá competir con un piso más parejo lo que conllevaría a un mayor crecimiento económico.
En el caso de nuestro país en las ultimas elecciones de 2018 se registró la más alta tasa de participación de las últimas tres elecciones (64%) donde resulto ganador Andres Manuel Lopez Obrador en la presidencia de la república, con su slogan “primero los pobres” podríamos pensar que los indicadores en cuestión de economía y combate a la pobreza han mejorado, sin embargo, la realidad que es que los índices que miden la pobreza en nuestro país no han mostrado mejoría, como ejemplo el CONEVAL que registra que desde el comienzo del mandato de AMLO la población en situación de pobreza creció en 3.8 millones de personas y 2.1 millones de personas más en pobreza extrema.



Será interesante ver como se desarrolla la ultima parte del gobierno federal con miras a las elecciones de 2024, por lo pronto en nuestro querido México, ni desarrollo económico, ni fortalecimiento de la democracia, ni primero los pobres. Al tiempo.

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