El 29 de julio de 1920, Francisco Villa, uno de los líderes más emblemáticos de la Revolución Mexicana, firmó los Tratados de Sabinas, mediante los cuales se rindió y depuso las armas. Este acuerdo fue pactado con el presidente interino Adolfo de la Huerta, marcando el fin de una era de conflicto armado en México.

Francisco Villa, también conocido como “Pancho Villa”, fue una figura central en la lucha contra el régimen de Victoriano Huerta y en la posterior lucha por el poder durante la Revolución. Su rendición simbolizó un intento de pacificación y reconciliación nacional después de años de violencia y división.

Los Tratados de Sabinas fueron un paso importante hacia la estabilización del país, aunque la transición a la paz no fue inmediata ni sencilla. La figura de Villa sigue siendo un símbolo de la lucha por la justicia social y la reforma agraria en México, y su legado es recordado tanto por su valentía como por su compleja relación con la política y la violencia.