Andy López Beltrán acelera afiliaciones a Morena tras revés en Durango: gira nacional para reconstruir imagen y sumar 10 millones de militantes
El secretario de Organización de Morena, Andrés Manuel López Beltrán, lanza una ambiciosa gira nacional para impulsar el proceso de afiliación al partido guinda, en un intento por dejar atrás su tropiezo electoral en Durango y posicionarse como figura clave rumbo a 2027.
Tras el descalabro electoral en Durango, donde su candidato quedó relegado al tercer lugar, Andrés Manuel López Beltrán —hijo del expresidente y actual secretario de Organización de Morena— ha emprendido una gira nacional con un objetivo claro: afiliar a diez millones de personas al partido guinda antes de que termine el año.
La gira, que ya ha pasado por Tlaxcala, Puebla, Ciudad de México y Tijuana, busca revitalizar la estructura territorial de Morena y, de paso, la imagen de su operador político. Según fuentes internas, en algún momento se sumará también la presidenta del partido, Luisa María Alcalde, para reforzar el mensaje de unidad y expansión.
El traspié en Durango, donde López Beltrán vivió dos meses para respaldar la candidatura de José Ramón Enríquez —quien terminó detrás de la alianza PRI-PAN y de Movimiento Ciudadano— dejó heridas abiertas. Andy respondió con denuncias contra el gobernador Esteban Villegas, acusándolo de orquestar una “elección de Estado”. Sin embargo, los números no acompañaron a la 4T, y el revés se convirtió en un punto de inflexión para el joven dirigente.

Ahora, con la mira puesta en una meta histórica de afiliación, López Beltrán intenta consolidar su liderazgo dentro de Morena. Pero no todo es armonía: al interior del partido, voces críticas señalan que el énfasis en la afiliación ha restado atención a otros frentes, como las recientes elecciones judiciales, donde la participación fue baja y el oficialismo mostró debilidad.
En este contexto, las declaraciones del secretario —quien ha insistido en que su nombre es su “legado”— han sido interpretadas como un intento de capitalizar su linaje político en medio de tensiones internas y cuestionamientos sobre su mérito propio.
La Cuarta Transformación atraviesa una etapa de reconfiguración tras la salida de AMLO del poder. Con Claudia Sheinbaum en la presidencia y Morena buscando consolidarse como el partido dominante en América Latina, figuras como López Beltrán emergen como posibles herederos del obradorismo. Sin embargo, su ascenso no está exento de resistencias internas, cuestionamientos sobre nepotismo y una oposición que, aunque debilitada, observa con atención cada movimiento.
Nada dice “renovación democrática” como una gira nacional para afiliar millones… justo después de perder una elección y culpar al árbitro. Porque si algo hemos aprendido, es que cuando los votos no alcanzan, siempre queda el recurso infalible: más credenciales, más discursos, y claro, más legado. Total, ¿quién necesita resultados cuando se tiene apellido?
