La relación entre Luis Donaldo Colosio y Dante Delgado atraviesa uno de sus momentos más bajos. Esta ruptura se remonta a las elecciones, cuando el alcalde de Monterrey manifestó constantemente su distancia con el dirigente de Movimiento Ciudadano (MC).

Esta semana, Colosio estuvo en la Ciudad de México, pero en ningún momento se acercó a Dante, quien peleará en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife) para alcanzar un asiento en el Senado. Este es un asunto delicado, ya que los votos que le faltaron a Delgado para llegar a la Cámara Alta deberían haber sido aportados por Colosio, quien perdió frente a Morena.

Por su parte, Colosio está convencido de que el gobernador Samuel García apoyó con recursos económicos a la fórmula de la 4T, integrada por Waldo Fernández y Judith Díaz. Según el futuro senador, este habría sido un primer movimiento de acercamiento con Claudia Sheinbaum, y asegura tener pruebas de ese respaldo.

Más allá de este conflicto, esta tarde Colosio entregará el mando en Monterrey a Francisco Bahena, síndico segundo y en absoluta sintonía con Palacio de Cantera, ya que conoce al gobernador y a su familia desde antes de que este ingresara a la política.

Con este trasfondo, el próximo mes MC renovará su dirigencia en Nuevo León. Es notable que, a pesar de estar confrontado con el gobernador y con el dirigente nacional, Colosio quiera impulsar para la dirigencia estatal a Tabita Ortíz, allegada a su círculo de confianza.

Samuel, por su parte, promovería como primera opción a Norma Benítez, aunque el Plan B podría ser más consistente: Martha Herrera, a cargo de toda la política social del gobierno estatal. Herrera, quien además tiene relación directa con el empresariado, se lleva bien tanto con el alcalde saliente como con el gobernador. Solo una sutil diferencia: al primero le dice “partner”, pero al segundo se refiere como “jefe”.