Primero y definitorio: Javier May quedó como el candidato de la 4T en Tabasco, quien integra a un grupo opositor obradorista al que comanda López Hernández. May se asoció con Octavio Romero, director de Petróleos Mexicanos, para hacer un contrapeso.
Días atrás, una hija de Octavio Romero se casó con un integrante de la poderosa familia tabasqueña de los Sibilla, influyentes en los medios de comunicación del estado, y quienes rivalizan con la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna Huerta, operadora política de Adán.
Osuna Huerta decidió no registrarse a la senaduría que le correspondía como segunda mejor posicionada en la encuesta de selección para el Coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación en Tabasco. De acuerdo con medios locales, porque estaría buscando la reelección en el municipio.
Lo anterior pese a que el género asignó a una mujer en la candidatura al Senado por Morena. Mientras Mónica Fernández Balboa busca la reelección a su escaño, Adán ha posicionado a su hermana Rosalinda López a través del Partido Verde con la ayuda de su cuñado, el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, y el senador verde Manuel Velasco.
Pero para la mayoría será el diputado federal Óscar Cantón Zetina quien podría quedarse con la postulación al Senado. En el caso de Aguascalientes, donde opera uno de los más cercanos personajes a Adán, el empresario Arturo Ávila, tampoco entró a la primera fórmula a la Cámara alta. Otro tropiezo de los dolorosos para Adán Augusto López
Arturo Ávila incluso tuvo que salir a desmentir que haya quedado fuera, sólo que en Aguascalientes la cúpula de Morena anunció que postularía a una mujer, no logró entrar como segundo en la fórmula, en un estado ampliamente panista y con un anti obradorismo probado y ratificado con el triunfo de la gobernadora Tere Jiménez.
La única que garantizó su entrada al Senado de la república es la diputada federal Andrea Chávez, la cual podría ser la candidata por Chihuahua. La polémica operadora de Adán Augusto es la favorita en los sondeos de opinión para ser parte -con jirafa y todo- de la nueva legislatura de la Cámara de Senadoras que empieza en 2024.