Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

El presidente del Congreso del Estado, Guillermo Ramírez, dejó en claro este martes que no habrá tolerancia para funcionarios involucrados en actos de corrupción, sin importar su cargo o afiliación política. Al ser cuestionado sobre la destitución de Alejandro “Alito” Moreno como presidente de la Comisión de Marina en la Cámara de Diputados —en un contexto donde el gobernador de Tamaulipas, Augusto López Hernández, enfrenta acusaciones por huachicol fiscal—, Ramírez fue categórico: “Cualquier funcionario bajo investigación, sin importar su nivel, debe enfrentar todo el peso de la ley”.

El legislador respaldó la petición de juicio político contra López Hernández, siempre que las acusaciones estén debidamente fundamentadas. “En temas de corrupción, no hay espacio para impunidad”, declaró, subrayando que los casos de desvío de recursos públicos deben ser investigados y sancionados con rigor institucional. Aunque evitó profundizar en los detalles del conflicto entre el PRI y Morena, dejó claro que la transparencia y la rendición de cuentas son principios innegociables.

Ramírez reafirmó el respaldó incondicional del PRI a su líder nacional, Alejandro Moreno, ante los intentos de desestabilización política. “La militancia y los diputados locales y federales estamos con nuestro líder nacional”, afirmó, pero aclaró que este apoyo no implica protección a actos ilícitos. “Si hay pruebas de corrupción, que se aplique la ley, sin distinciones”, insistió.

El caso ha generado tensiones en la bancada priista, especialmente tras la reducción de su representación en la Cámara de Diputados y las acusaciones de que López Hernández busca blindarse políticamente mediante maniobras en la Comisión de Marina. Ramírez evitó entrar en el debate partidista, pero dejó en manos de las instancias federales la resolución del conflicto, reiterando que Chihuahua no será cómplice de impunidad.