El panorama político en Veracruz se encuentra en un punto álgido, marcado por tensiones internas en el PAN y un contexto electoral que favorece a Morena. Luis Alberto Martín Capistrán, abogado y dirigente panista, ha encendido la polémica al impugnar la candidatura de Indira Rosales como alcaldesa de Veracruz, calificando el proceso de selección como una “farsa” y apuntando directamente contra la dirigencia nacional del partido.

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La situación se agrava para el PAN en un estado donde Morena, liderada por la gobernadora Rocío Nahle, ha consolidado su poder tras una victoria contundente en las elecciones pasadas. La pérdida del apoyo de la familia Yunes, un pilar histórico del panismo en Veracruz, ha debilitado aún más al partido albiazul. Mientras tanto, Capistrán denuncia irregularidades en el proceso de selección de Rosales, señalando que esto ha generado apatía entre la militancia y desconfianza en la ciudadanía.

Por otro lado, la falta de unidad entre el PAN y el PRI en Veracruz contrasta con el escenario en Durango, donde ambos partidos podrían presentar una alianza sólida. En Veracruz, la división opositora parece allanar el camino para una nueva victoria de Morena, que ya prepara una estrategia territorial robusta para las elecciones municipales de junio.

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En este contexto, las elecciones no solo definirán el futuro político local, sino que también tendrán implicaciones nacionales, reflejando el estado actual de la oposición y el oficialismo tras las elecciones de 2024. La batalla en Veracruz se perfila como un termómetro clave para medir la fuerza de los partidos en un escenario político cada vez más polarizado.