Octavio Romero había comprometido un pago para el mes de diciembre para la proveedora de servicios petroleros Baker Hughes. Sin embargo, el mismo estaría demorado para evitar reacciones adversas en la opinión pública, especialmente tras el reportaje de Latinus que reveló supuestos negocios de Andy López Beltrán. La deuda de Pemex con Baker Hughes ronda los 315 millones de dólares.


Este mes dicha firma comenzó a cotizar en la Bolsa de Valores de Estados Unidos y estas situaciones de impagos en un cliente tan grande como es Pemex desde ya afectan la percepción del público inversor.

La semana pasada el periodista Carlos Loret de Mola reveló en el portal de la familia Madrazo que un amigo cercano a Andy López Beltrán ha acumulado contratos millonarios durante este sexenio. Una historia que en los círculos morenistas es bien conocida y siempre compartida en voz baja.


El problema es que esa noticia se atravesó con un pago que Pemex tenía previsto para esta semana a su proveedora Baker Hughes, empresa que quedó en el epicentro del escándalo de la llamada «Casa Gris» que tuvo por protagonista a otro hijo presidencial, José Ramón López Beltrán.

Estas cuestiones se monitorean de cerca en Palacio Nacional pero los trackings que miden la imagen presidencial registran que el peor momento que esta tuvo fue cuando se conocieron los supuestos vínculos entre José Ramón y la empresa con sede en Texas.


En ese ámbito son temas complejos porque asimilan la figura de Andrés Manuel López Obrador con otros mandatarios del pasado que tuvieron problemas por las actividades comerciales de sus hijos.

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