La violencia que azota el corredor fronterizo entre Jalisco y Michoacán ha cobrado una nueva y trágica víctima. Seis elementos del Ejército Mexicano perdieron la vida y dos más resultaron heridos luego de la explosión de una mina terrestre mientras realizaban un operativo en la región.

Fuentes oficiales informaron que el incidente ocurrió en una zona serrana del territorio, disputado por grupos criminales del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Los Reyes. La presencia militar en la región respondía a una estrategia de seguridad para contener la creciente violencia derivada de estos enfrentamientos.

El convoy militar transitaba por un camino de terracería cuando uno de los vehículos oficiales accionó la mina, causando la explosión que dejó el saldo fatal. Las instituciones de seguridad pública han desplegado fuerzas adicionales en la zona para asegurar el perímetro y continuar con las operaciones de inteligencia.

El uso de minas terrestres por parte del crimen organizado ha sido catalogado como una táctica de guerra que refleja la escalada de violencia en el país. Expertos en seguridad han señalado que este tipo de artefactos representan un riesgo creciente, no solo para las fuerzas militares, sino también para la población civil que habita en las zonas afectadas por los enfrentamientos.

Autoridades han iniciado una investigación para determinar el origen de la mina y reforzar las medidas de seguridad en la región. Mientras tanto, la comunidad local permanece en estado de alerta ante el constante clima de inseguridad que impera en la zona.