Carlos Romero Deschamps, exlíder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), falleció este jueves 19 de octubre a los 79 años de edad.
La noticia fue confirmada por el propio sindicato en un comunicado, en el que se informó que Romero Deschamps falleció «de forma natural». Sin embargo, según versiones extraoficiales, el ex líder petrolero habría sufrido un infarto al miocardio.
Romero Deschamps ocupó la dirigencia del STPRM durante 25 años, desde 1993 hasta 2019. Durante su gestión, el sindicato fue acusado de corrupción y enriquecimiento ilícito.
En 2019, Romero Deschamps renunció a la dirigencia del STPRM tras ser señalado por la Fiscalía General de la República (FGR) por los delitos de delincuencia organizada, fraude, extorsión, enriquecimiento ilícito y corrupción.
El ex líder petrolero fue acusado de utilizar los recursos del sindicato para beneficio personal, así como de desviar fondos para financiar campañas políticas.
Tras su renuncia al STPRM, Romero Deschamps se exilió en Francia, donde vivió hasta su muerte.
El fallecimiento de Romero Deschamps ha generado reacciones diversas en México. Algunos políticos y analistas han lamentado su muerte, mientras que otros han expresado su satisfacción por su partida.
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que Romero Deschamps «era un personaje muy polémico, pero también un personaje que marcó una época en el sindicalismo mexicano».
El líder de la oposición, el panista Marko Cortés, dijo que Romero Deschamps «fue un símbolo de la corrupción en México».
El ex presidente Felipe Calderón dijo que Romero Deschamps «fue un personaje que ejerció un poder absoluto en el sindicato petrolero».
Romero Deschamps fue un personaje controversial que polarizó la opinión pública mexicana. Su muerte deja un legado de corrupción y enriquecimiento ilícito, que aún hoy sigue siendo objeto de debate.
