El gobierno de AMLO ha suspendido de facto las labores del CNIH que eran una pequeña esperanza para miles de familias con personas desaparecidas,
ha enfrentado un desmantelamiento gradual bajo la administración de Luisa María Alcalde desde junio de 2023.

El CNIH fue creado en 2019 para identificar los restos de personas desaparecidas, desde su creación, ha ayudado a identificar a más de 2,000 personas.

Sin embargo, desde junio de 2023, el CNIH ha enfrentado un desmantelamiento gradual, se han reducido los recursos humanos y financieros del centro, se han suspendido las actividades de campo y la capacitación del personal.

Las familias de personas desaparecidas han expresado su preocupación por la suspensión de las actividades del CNIH.

En lugar de resolver la crisis forense con más de 52 mil cuerpos anónimos, el CNIH enfrenta escasez de recursos, poco personal y contratos cancelados.

Desde la llegada de Teresa Guadalupe Reyes Sahagún y José Muñoz Gómez, la sede en Xochitepec quedó vacía.

Ni hablar de la plantilla laboral: antes contaba con 59 trabajadores, ahora opera con apenas el 30%

Los lineamientos de operación, que debían publicarse en noviembre de 2022, siguen sin materializarse.

Aunque se asignaron 2 mil millones de pesos para la Comisión Nacional de Búsqueda en 2024, es un enigma cuánto de eso iría al CNIH.

Los éxitos pasados, como la convocatoria que atrajo a 3 mil 700 personas para donar muestras genéticas, hoy parecen lejanos.


Argumentan que el centro era una pequeña esperanza para encontrar a sus seres queridos.

Piden al gobierno que reanude las actividades del CNIH y que lo fortalezca.

Es importante reflexionar:
* ¿Qué impacto tendrá la suspensión del CNIH en las familias de personas desaparecidas?
* ¿Qué medidas puede tomar el gobierno para fortalecer el CNIH?
* ¿Qué papel puede jugar la sociedad civil en la búsqueda de personas desaparecidas?

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