El ex gobernador de Baja California «Jaime Bonilla» estará pasando sus últimos días como morenista, ya que será expulsado del partido donde milito por nueve años, al comprobarse su culpabilidad en el expediente que se le sigue, por declaraciones misóginas y dichos sin fundamento, emitidos contra autoridades de su estado, en 2022.

LPO pudo conocer que Bonilla ya sabe la determinación y por eso, ha emprendido una labor de acercamiento hacia el PT, a fin de que sea tal instituto el que lo postule a la reelección como senador, hasta 2030.

La más relevante de estas acusaciones es por el desvío de recursos públicos para construir una planta fotovoltaica con la empresa Next Energy, la cual nunca se inicio ya que no cuenta con los permisos necesarios del Gobierno Federal.

Bonilla a comenzado una labor de acercamiento con el PT cuya acción más visible es el patrocinio y respaldo a la visita de Gerardo Fernández Noroña, diputado federal que se autopostuló como aspirante a la candidatura presidencial, quien, en días pasados, recorrió Baja California. 

Ex funcionarios del gobierno de Bonilla y el alcalde de Ensenada, Armando Ayala, muy cercano al también empresario, cobijaron en todo momento a Fernández. Se afirma que Bonilla está ofreciendo varios millones de dólares para respaldar las campañas del PT en todo México, a cambio de ser incluido como candidato de representación proporcional de este emblema.

Bonilla también ha sido señalado por su supuesto nexo con el homicidio de la periodista Lourdes Maldonado, asesinada días después de ganar un juicio laboral en contra del ahora senador, por lo cual recibiría una indemnización cuantiosa. 
Por este crimen Bonilla podría ser citado a declarar y, eventualmente, ser imputado, pero actualmente, con el fuero que pretende conservar mediante la postulación del PT, se complica políticamente la investigación del homicidio de Maldonado. 

Bonilla ha ofrecido ser el mecenas del PT, para que este emblema conserve el registro, ahora amenazado tras la negativa a la llamada ‘Cláusula de vida eterna’, que fue rechazada por Morena como parte del plan ‘B’ de la Reforma Electoral.

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