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La caída de El Limones, operador de Los Cabrera

La captura de Edgar “N”, alias El Limones, jefe de plaza de Los Cabrera en Durango y Coahuila, representa un golpe directo contra las redes de extorsión que afectan a comerciantes y ganaderos en la región norte del país.

El pasado 10 de diciembre, fuerzas federales detuvieron a Edgar “N”, alias El Limones, identificado como operador financiero y jefe de plaza de Los Cabrera, grupo criminal ligado a la facción de Los Mayos del Cártel de Sinaloa.

La acción fue resultado de labores de inteligencia del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y contó con la participación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Secretaría de Marina (Semar), la Defensa Nacional (Sedena) y la Fiscalía General de la República (FGR).

Lo que se incautó

Durante el operativo se aseguraron:

• Armas largas
• Una granada de fragmentación
• Equipo táctico

Además, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) lo investiga por lavado de dinero y operaciones con recursos de procedencia ilícita, vinculadas a la estructura financiera de Los Cabrera.

Perfil criminal

• El Limones es señalado como responsable de extorsiones y cobro de piso a comerciantes y ganaderos en la región Laguna.
• Se ubica en el segundo nivel de la estructura criminal, subordinado a José Luis Cabrera Sarabia, alias El 03 o El 300.
• También se le relaciona con amenazas sistemáticas y vínculos con sectores sindicales, lo que habría facilitado la expansión de su influencia Diario Puntual.

Relevancia política y social

La detención se enmarca en la Estrategia Nacional contra la Extorsión, instruida por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, y fue confirmada por el titular de la SSPC, Omar García Harfuch, quien destacó la coordinación con el gobierno de Coahuila.

El caso refleja la creciente presión del Estado sobre las estructuras financieras del crimen organizado, más allá de los operativos militares tradicionales.


El discurso oficial celebra la captura como “golpe histórico”, pero la realidad es que cada jefe de plaza detenido parece reemplazarse más rápido que un cajero automático en el Metro. Mientras las autoridades presumen la granada decomisada como trofeo, los comerciantes y ganaderos saben que mañana habrá otro “limón” exprimiéndolos. En México, la estrategia contra la extorsión parece más un sudoku interminable: se llena una casilla y aparecen tres vacías.