Por Yoboli Menchaca

No es la primera vez que el «Brazo derecha» de AMLO, se ve involucrado en escándalos de corrupción, la más reciente es su participación en los relatos hechos por Elena Chávez en el libro, «El Rey del Cash», también vale la pena recordar su participación en la operación carrusel en la cual, militantes de Morena cobraron mediante cheques de caja 42 millones de pesos de un fideicomiso que debió ser para los damnificados del sismo de 2017.

Cuando se habla de dinero en Morena y la 4T parece que siempre aparece Alejandro Esquer Verdugo, pues antes de llegar a la presidencia, se desarrolló como secretario de Finanzas del partido.
La empresa Start Up tecnológicas, B-Drive It y Engine Core hasta el año 2019 habían conseguido siete (7) contratos gubernamentales equivalentes a tan solo 66.5 millones de pesos, pero de acuerdo a una investigación del Periódico Reforma del 11 de Noviembre del año en curso a partir de 2020, dicha empresas multiplicaron sus contratos 10 veces y pasaron a mantener licitaciones con un valor de 735.5 millones de pesos.

Actualmente, las dos compañías participan en 59 contratos por al menos por 2 mil 789 millones de pesos.
La explosión de este crecimiento acelerado se debe a la incorporación de Claudia Elena Pérez García, ex funcionaria de la oficina de la Presidencia, como apoderada legal de B-Drive It.

Antes de incorporarse a la tecnológica, Claudia Elena Pérez García trabajó durante 11 meses en el área responsable de las licitaciones y adjudicaciones de contratos en la Presidencia, bajo las órdenes de uno de los hombres más cercanos al presidente López Obrador, Alejandro Esquer.


En B-Drive It también ha fungido como apoderado legal Héctor Sergio Mendoza Ortiz, otro ex funcionario federal que estaba encargado de las adjudicaciones y licitaciones en la Coordinación General de @prende.mx, una instancia encargada de aplicar los programas educativos de la SEP que contienen componentes digitales.
Mendoza Ortiz dejó el cargo de director de área en @prende.mx en febrero de 2019 y para agosto de ese mismo año, es decir, sólo seis meses después, ya firmaba como apoderado legal de la empresa B-Drive It en una licitación con el Gobierno de la Ciudad de México.
Tanto Mendoza Ortiz como Claudia Elena Pérez García no esperaron los 12 meses que establece la Ley General de Responsabilidades Administrativas que deben pasar para incursionar en ámbitos relacionados al cargo que dejaron, lo cual podría constituir un conflicto de interés.


De acuerdo con datos de la investigación, de 2020 a la fecha, B-Drive obtuvo 55 contratos en el gobierno Federal por 828 millones de pesos, mientras que Engine Core, de fundación más reciente, suma otras cuatro asignaciones por al menos mil 961 millones de pesos.
El CEO de ambas empresas, Aldo Córdova mencionó que la expansión de las firmas tecnológicas se debe a sus atractivos precios: «La clara mayoría de lo que hemos ganado es por precio, teniendo un margen pequeño pero que nos permite operar y crecer».

Por último, el reportaje informa que también hay una funcionaria que trabaja en Fonatur, específicamente en el proyecto del Tren Maya que antes de desarrollarse como servidora pública, colaboró con estas empresas, se trata de Elsa Escobar Mata, quien trabajó en la parte de licitaciones de B-Drive.

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