El relevo en la Fiscalía

La renuncia de Alejandro Gertz Manero a la Fiscalía General de la República (FGR) abrió un nuevo capítulo en la procuración de justicia en México. Con 86 años y tras casi siete años al frente de la institución, el ex fiscal aceptó la propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum de ocupar una embajada, mientras la conducción de la FGR quedó en manos de Ernestina Godoy Ramos, exfiscal de la Ciudad de México y exconsejera jurídica de la Presidencia.

La visión de Sheinbaum

En su conferencia matutina, la presidenta subrayó que el próximo titular de la FGR deberá garantizar mayor coordinación con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, encabezada por Omar García Harfuch, así como con las fiscalías locales y el Poder Judicial. Sheinbaum enumeró tres prioridades para el relevo:

• Investigaciones sobre huachicol fiscal y contrabando de combustible.
• Persecución de generadores de violencia.
• Delitos de cuello blanco y cero impunidad.

“Siempre hemos pensado que la coordinación entre la Secretaría de Seguridad, la Guardia Nacional y la FGR es fundamental para seguir avanzando en un país seguro y con justicia”, afirmó.

El papel de Ernestina Godoy

Godoy asumió como encargada del despacho con un mensaje de compromiso: “Servir con ética, firmeza y profundo sentido de justicia”. Con más de 25 años de trayectoria en el ámbito jurídico, su llegada busca dar continuidad a la estrategia de la Cuarta Transformación en materia de justicia. En redes sociales agradeció la confianza de la presidenta y aseguró que su gestión será parte del “proyecto histórico” de la 4T.

El proceso en el Senado

El Senado tiene 20 días para integrar una lista de al menos 10 candidatos al cargo de fiscal general. Posteriormente, la presidenta formulará una terna y la regresará a la Cámara Alta, que deberá aprobarla por mayoría calificada. Este proceso será clave para definir si Godoy se mantiene como titular o si se designa a otro perfil.

La transición en la FGR ocurre en un momento de alta presión política: la oposición cuestiona la salida de Gertz y la cercanía de Godoy con Sheinbaum, mientras el gobierno insiste en que se trata de fortalecer la coordinación institucional y garantizar cero impunidad. El desenlace marcará el rumbo de la justicia mexicana en los próximos años.

La salida de Gertz Manero y la llegada de Ernestina Godoy representan más que un cambio de nombres: es una oportunidad para redefinir la relación entre la FGR, la Secretaría de Seguridad y el Poder Judicial. El reto será demostrar que la transformación prometida se traduce en resultados tangibles frente al crimen organizado, el huachicol y los delitos de alto impacto.