El presidente Andrés Manuel López Obrador acudió como invitado de honor a la ceremonia de despedida del gobernador saliente del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza. En la ceremonia, también estuvieron presentes otros exgobernadores priistas del Estado de México, como Arturo Montiel Rojas, Emilio Chuayffet Chemor y Eruviel Ávila Villegas.
El único exgobernador priista que no asistió a la ceremonia fue Enrique Peña Nieto, quien gobernó el Estado de México de 2005 a 2011 y luego se convirtió en presidente de México de 2012 a 2018.
López Obrador aprovechó la oportunidad para invocar a Peña Nieto, criticando su gestión como gobernador y como presidente. El presidente acusó a Peña Nieto de ser un corrupto que saqueó al Estado de México y a México.
Esta invocación de Peña Nieto por parte de López Obrador fue una muestra de la tensión política que existe entre los dos líderes políticos. Peña Nieto es un símbolo del PRI, el partido que gobernó México durante 71 años consecutivos antes de la llegada de López Obrador al poder en 2018. López Obrador ha hecho de la lucha contra la corrupción uno de los pilares de su gobierno, y Peña Nieto es uno de sus principales objetivos.
En este contexto, la invocación de Peña Nieto por parte de López Obrador fue una forma de enviar un mensaje a los mexicanos sobre su compromiso con la lucha contra la corrupción. También fue una forma de recordarle a Peña Nieto que no está libre de responsabilidades, incluso después de dejar el poder.
