El mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, cuestionó la interferencia de Estados Unidos en los asuntos internos de México, especialmente en las tensiones entre su gobierno y el Poder Judicial. Aseguró que los comunicados estadounidenses que critican la gestión en materia de derechos humanos están influenciados por la derecha internacional respaldada por Estados Unidos.

“Es irresponsable y una burla difundir 20 mil acusaciones contra la presidenta de la Suprema Corte sin pruebas concretas. No son honestos, son falsarios. ¿Cómo nos vamos a involucrar en eso? Sería como si yo respondiera a cada mentira diariamente”, expresó.

Además, cuestionó el derecho de Estados Unidos a intervenir en las diferencias internas de México: “¿Quiénes son ellos para intervenir? ¿Bajo qué autoridad legal? Están violando claramente el derecho internacional y nuestra soberanía”.

López Obrador también criticó las políticas estadounidenses: “Imaginen que declaramos que violan derechos humanos y libertades, y que la Estatua de la Libertad no representa nada porque tienen a un candidato pasando de juicio en juicio”.

Continuó: “¿Cómo pueden hablar de derechos humanos cuando invierten billones en guerras causando la muerte de inocentes globalmente? Nosotros no nos metemos en eso”, y cuestionó por qué invierten tanto en guerra pero no ayudan a sus jóvenes afectados por drogas, refiriéndose específicamente al fentanilo.

“Es su forma histórica de actuar; no nos sorprende ni extraña. Esto indica su estancamiento e imperiosa necesidad de renovación. Nosotros colaboramos bien económicamente; somos su principal socio comercial”, agregó.

Describiendo al gobierno estadounidense como fragmentado, señaló las contradicciones internas: “La democracia implica diversidad pero hay demasiadas discrepancias dentro del gobierno estadounidense”.

Al hablar sobre los informes que respaldan a la derecha internacional dijo: “Son conocidos agresores, halcones, vinculados con las mafias de los países relacionados con organizaciones no gubernamentales”, lo cual pasa en Colombia, Argentina, Ecuador o en España.

Reiteró que el gobierno de Estados Unidos tiene la costumbre de interferir en la política interna de otros países desde hace al menos dos siglos.

“No solo es opinar o dar cartas de buena conducta como si ellos fueran los jueces del mundo, sino intervenir militarmente en países con gobiernos no sometidos a los intereses del gobierno de Estados Unidos. Esa es la historia. Antes ponían y quitaban presidentes a su antojo. Esa es la historia de los pueblos de América Latina, nuestra historia”.

A pesar de dedicar mucho tiempo a exponer su postura sobre el informe que dio Anthony Blinken, después dijo que no les preocupa porque su gobierno tiene relaciones con los que tienen una política de respeto y entre ellos incluyó al presidente Joe Biden.

Hizo una lista de lo que se permite y lo que no en la relación con Estados Unido. 

“Establecer cooperación económica, integración económica, sí; fortalecer a América del Norte y toda América, sí; cooperación para combate al narco y ayudemos humanitariamente a que no se padezcan esas pandemias de consumo en EU, que tanto dolor y muerte provoca, sí. Buscar soluciones de fondo al fenómeno migratorio, sí”.

Todo, dijo, debe hacerse con respeto a la soberanía. “Qué no se puede, qué no vamos a admitir, cómo pintamos la raya, eso es interesante irlo definiendo hacia adelante y hay condiciones porque el presidente Biden es respetuoso y vale más hablar así con mucha claridad. Pero por ejemplo el financiamiento a organizaciones como las de Claudio X. González no, cómo se va a financiar desde Estados Unidos a una organización para golpear a un gobierno legal legítimamente constituido”.

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