Como lo han hecho sus pares a lo largo de la semana, la priista Beatriz Paredes y el perredista Silvano Aureoles presentaron la documentación necesaria ante el Comité Organizador del Frente Amplio por México para acreditarse como candidatos para dirigir los esfuerzos de la coalición política.

El primero en hacerlo fue el ex gobernador, quien mencionó que no se encuentra inhabilitado para competir por parte de las autoridades de Michoacán, tras no haber presentado su declaración patrimonial a tiempo, durante su tiempo como servidor público.

«He decidido desde hace meses participar de lleno en este esfuerzo por construir el Frente Amplio por México desde una visión social demócrata, desde una visión de izquierda. Me atrevo a decir y no es presunción que yo represento la verdadera izquierda democrática progresista y moderna de México», presumió el michoacano.

Además, aseguró que el país se encuentra desbordado por la violencia que se ha generado durante el presente sexenio, por lo que pidió un minuto de silencio para las familias de los desaparecidos.

Por último, ahondó en que la barrera de las 150 mil firmas será un obstáculo fácil de superar: «Si un aspirante a gobernar un país de 130 millones de mexicanos no puede juntar 150 mil firmas, entonces no hay la mínima condición para aspirar a tan alto y honrado cargo».

Un par de horas después, hizo su arribo a la Torre Azul, Beatriz Paredes el único perfil femenino que ha arrojado las filas del Revolucionario Institucional después del descarte y posterior renuncia al partido de Claudia Ruiz-Massieu.

Cabe recordar que esta redacción informó hace unos días que, desde el CEN del PRI, la cúpula tricolor estaba de acuerdo con la renuncia de Ruiz-Massieu al partido, pues eso le abría más las puertas a su candidata favorita, la propia Paredes Rángel, a quien en los pasillos del tricolor apodan como «Es Xóchitl pero del PRI».

Al hacer uso de la palabra, Paredes remarcó que el ejercicio de gobierno es un asunto serio y que además, ella es la mejor opción para representar dicho valor: «Estoy lista y estoy preparada, para tomarme en serio a mi país».

Después de una amplia trayectoria política, la también ex gobernadora, presumió que no tiene «cola que le pisen», no ha saltado a otro partido para ser «purificada» y que siempre ha salido adelante con la cara en alto.

«Lo más fácil es incitar al odio y a la violencia en México. Lo difícil es tener la grandeza para encontrar los puntos que nos unen, lo complejo es gestionar la tensión en la que viven los segmentos de nuestra población», remató la priista.

En un encuentro con los medios de comunicación, después de su presentación, la también ex embajadora expresó su agrado con que su par competidora, Xóchitl Gálvez utilice un estilo de vestir similar al de ella, que desde su punto de vista, «le da una gran promoción al trabajo que surge de las mujeres artesanas».

«Me encanta que Xóchitl tenga orígenes indígenas, como yo, entonces no tengo porque desanimarme, son biografías distintas, yo tengo mayor experiencia», aseguró la priista. 

Resaltó que el perfil de la senadora le gustaba más para competir por la Ciudad de México e incluso confesó que le sorprendió la decisión final de participar por la candidatura presidencial: «Este es un proceso que apenas empieza».

Además de Paredes y Aureoles, también registraron su intención presidencial, Victor Hugo Gutiérrez Yáñez, ex asambleísta del PAN y ex militante de MC; Sergio Ibán Torres Bravo y Ricardo Urbano Barrón.

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