México Afina Estrategia ante Aranceles de Trump, Ebrard Toma Medidas
El Gobierno de México tiene listos los retoques finales para responder a la embestida arancelaria de la Casa Blanca, ratificada en las últimas horas por Donald Trump. En la Secretaría de Economía, han revisado a fondo el comercio bilateral con Estados Unidos para afectar sectores económicos en estados donde predomina el voto favorable a Trump.
Esta redacción ya reveló que Marcelo Ebrard sigue de cerca las dificultades que enfrentan diversas propuestas de Trump para su gabinete, no tanto por las quejas del Partido Demócrata en el Capitolio, sino más bien por las que provienen del propio Partido Republicano.
Un ejemplo es el negocio de la producción de cerdo, establecido mayoritariamente en Iowa, Indiana y Carolina del Norte, todos lugares donde Trump ganó con comodidad en noviembre. La industria porcina estadounidense tiene un tamaño de mercado de más de 40,000 millones de dólares, que comprenden aproximadamente 26,000 empresas y alrededor de 600,000 empleados. Ebrard espera que la demanda mexicana de carne de cerdo pueda ser reemplazada esencialmente con la Unión Europea, bloque que recientemente renovó su tratado comercial con México.
Lo mismo sucede con la industria del pollo, que es una pieza fundamental en estados agropecuarios como Arkansas, Georgia y Alabama, todas geografías que empujaron a Trump a la Casa Blanca. En estos casos, la apuesta es reemplazar a Estados Unidos con proveedores de Brasil y otros socios de Sudamérica.
Otros negocios que podrían verse afectados son el de las manzanas y ciertos cereales. Ebrard está convencido de que México tiene mejores herramientas que Estados Unidos para reemplazar la demanda, especialmente por la cantidad de frentes comerciales que ha abierto el gobierno republicano.
Esta redacción ya reveló que Marcelo Ebrard sigue de cerca las dificultades que enfrentan diversas propuestas de Trump para su gabinete, no tanto por las quejas del Partido Demócrata en el Capitolio, sino más bien por las que provienen del propio Partido Republicano.
Un ejemplo es el negocio de la producción de cerdo, establecido mayoritariamente en Iowa, Indiana y Carolina del Norte, todos lugares donde Trump ganó con comodidad en noviembre. La industria porcina estadounidense tiene un tamaño de mercado de más de 40,000 millones de dólares, que comprenden aproximadamente 26,000 empresas y alrededor de 600,000 empleados. Ebrard espera que la demanda mexicana de carne de cerdo pueda ser reemplazada esencialmente con la Unión Europea, bloque que recientemente renovó su tratado comercial con México.
Lo mismo sucede con la industria del pollo, que es una pieza fundamental en estados agropecuarios como Arkansas, Georgia y Alabama, todas geografías que empujaron a Trump a la Casa Blanca. En estos casos, la apuesta es reemplazar a Estados Unidos con proveedores de Brasil y otros socios de Sudamérica.
Otros negocios que podrían verse afectados son el de las manzanas y ciertos cereales. Ebrard está convencido de que México tiene mejores herramientas que Estados Unidos para reemplazar la demanda, especialmente por la cantidad de frentes comerciales que ha abierto el gobierno republicano.