México se prepara para enfrentar aranceles de acero y aluminio impuestos por Trump
El Gobierno de México se prepara para defenderse ante la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio que Estados Unidos aplicará a partir del 12 de marzo. Esta medida, ordenada por la Administración Trump, afectará todas las compras internacionales de estos productos, incluidas las provenientes de México.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, calificó el arancel como “injusto” y argumentó que no se justifica en la balanza comercial entre ambos países, ya que México compra más acero y aluminio a Estados Unidos de lo que vende. Ebrard detalló que esto resulta en un déficit para México de más de 6.800 millones de dólares en 2024.
El Gobierno mexicano se reunirá con las autoridades estadounidenses la próxima semana para presentar sus argumentos y espera que estos sean escuchados. Ebrard afirmó que la imposición de aranceles es una mala idea, dado que los tres países de Norteamérica están integrados económicamente, especialmente en sectores estratégicos como el automotriz.
Los aranceles también afectarán productos metálicos terminados, lo que podría aumentar las presiones inflacionarias. Funcionarios de la administración de Trump justifican los aranceles como parte de una estrategia económica que incluye recortes de impuestos y mayor producción energética para reducir precios.
Esta no es la primera vez que Trump impone aranceles al acero y aluminio; durante su primera presidencia, aplicó aranceles del 25% al aluminio y del 10% al acero, eximiendo a Canadá y México. Trump autorizó los aranceles bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial por motivos de seguridad interna.
El año pasado, el Gobierno de Biden también impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio de México que no se fundieron en ese país, aludiendo que la mayoría de estos productos son chinos y evaden impuestos. Estados Unidos ha exigido más transparencia a México sobre el origen de sus productos de acero, acusando a China de dumping y de vender excedentes a precios bajos en el mercado internacional.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, calificó el arancel como “injusto” y argumentó que no se justifica en la balanza comercial entre ambos países, ya que México compra más acero y aluminio a Estados Unidos de lo que vende. Ebrard detalló que esto resulta en un déficit para México de más de 6.800 millones de dólares en 2024.
El Gobierno mexicano se reunirá con las autoridades estadounidenses la próxima semana para presentar sus argumentos y espera que estos sean escuchados. Ebrard afirmó que la imposición de aranceles es una mala idea, dado que los tres países de Norteamérica están integrados económicamente, especialmente en sectores estratégicos como el automotriz.
Los aranceles también afectarán productos metálicos terminados, lo que podría aumentar las presiones inflacionarias. Funcionarios de la administración de Trump justifican los aranceles como parte de una estrategia económica que incluye recortes de impuestos y mayor producción energética para reducir precios.
Esta no es la primera vez que Trump impone aranceles al acero y aluminio; durante su primera presidencia, aplicó aranceles del 25% al aluminio y del 10% al acero, eximiendo a Canadá y México. Trump autorizó los aranceles bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial por motivos de seguridad interna.
El año pasado, el Gobierno de Biden también impuso aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio de México que no se fundieron en ese país, aludiendo que la mayoría de estos productos son chinos y evaden impuestos. Estados Unidos ha exigido más transparencia a México sobre el origen de sus productos de acero, acusando a China de dumping y de vender excedentes a precios bajos en el mercado internacional.